La desinfección por radiación ultravioleta para esterilizar el instrumento quirúrgico, es un proceso físico por la transferencia de energía electromagnética de una fuente generadora al material genético celular de un organismo contenido en un líquido o aire.
Los efectos de esta energía “s Jion” es inactivar microorganismos por medio de la alteración del componente DNA e impidiendo su reproducción de bacterias como esporas, protozoos, levaduras y virus. La efectividad de la radiación es directa de la cantidad de energía (dosis) que es absorbida por los microorganismos a una determinada longitud de onda.
El UV es un proceso en línea, por lo tanto, no requiere tanque de contacto, el tiempo de retención requerido se mide en segundos en lugar de minutos.
La energía radiante ultravioleta se aplica sobre una capa de agua que circula a una velocidad calculada donde asegura la eficaz absorción de la radiación. La luz que emite es una radiación electromagnética o energía radiante que transmite en función de su longitud de onda.
Estudio en Noruega
La Universidad de Noruega de Ciencia y Tecnología (NTU) revelo que el aumento de la radiación ultravioleta o UV, puede afectar a la fertilidad humana, incluso a través de generaciones.
La investigación fue realizada por Gine Rollo Skjærvø, del departamento de biología de dicho centro, y consistió en el análisis de registros de nacimientos recogidos en iglesias del país, entre los años 1750 y 1900.
La especialista contempló en estos análisis diversas variables de historia de vida, como la edad de las mujeres cuando tuvieron su primer hijo, los años entre el nacimiento de cada niño y cuántos de estos descendientes sobrevivieron. También se observó cuántos de ellos llegaron a tener sus propios hijos.
En total, se estudió información de más de 9.000 personas, informa la NTU en un comunicado. Además, parte de estos datos fueron comparados con factores ambientales, como la actividad solar de ese periodo.
Skjærvø utilizó información sobre el número de manchas solares para determinar la cantidad de radiación ultravioleta en un año determinado.
En la investigación la especialista y sus colaboradores descubrieron que los niños nacidos en años con mucha actividad solar tuvieron una mayor probabilidad de morir, en comparación a los que nacieron en años con menor actividad solar.
Un efecto perdurable
Asimismo, el estudio revelo, también que la esperanza de vida de los niños nacidos en años de mucha actividad solar fue 5,2 años menor que otros niños. Del mismo modo, los niños que nacieron en años bajo mucho sol y que sobrevivieron, fueron más propensos a tener menos hijos.
Se sabe que la radiación UV puede tener efectos positivos sobre los niveles de vitamina D en los humanos, pero también que puede provocar una reducción de la vitamina B9 (folato); y los niveles bajos de folato durante el embarazo han sido relacionados con una mayor mortalidad infantil.
Las mujeres de bajo estatus, las más afectadas
El estudio, por otra parte, mostró que los grupos socioeconómicos más bajos fueron los que más sufrieron los efectos de la radiación UV en su descendencia.
Esto probablemente está relacionado con el período de tiempo estudiado por Skjærvø, una época en que de la diferencia entre clases estaba muy marcada en Noruega, especialmente en zonas rurales. Las mujeres que trabajaban en el campo eran entonces las que más expuestas estaban al sol y, en muchos casos, también las que tenían una dieta más pobre.
Implicaciones para el presente
El cambio climático y la variabilidad de la capa de ozono puede aumentar el índice de radiación UV, por ello los investigadores de la NTNU piden precaución a las mujeres que quieran tener hijos.
«Probablemente hay muchos factores que entran en juego, pero hemos medido un efecto a largo plazo a través de generaciones. La conclusión de nuestro estudio es que no se debe tomar el sol si se está embarazada», señala Skjærvø.